Hay dos agujeros paralelos en frente de mis ojos sobre el camino de adelante, cruzándolo.
se convierten en hojas secas,
atrás,
el mar inmóvil.

Ya no existe el ruido de la naturaleza,
nunca mas lo escucharemos,
silencio absoluto, un extraño para mi.
Todo lo opacan.

Y el preso de su amo le charla al sinónimo de la libertad, de su misma especie.

Y los pasos ligeros de un animal se alejan.

Tiempo desfasado el que vivimos.

Y los glóbulos festejan al árbol que hace tiempo viene creciendo frente a su descanso, bajo su flequillo el mate matinal.

Y algunos se ahogan , duermen

Y yo abierta. Resucito y muero.

Que diferentes, en sentido constructivo, se volverán tus sentimientos internos, la expresión de tu rostro, la efectividad de tu trabajo, tus servicios a la vida, si dejas fluir las olas del océano del que formas parte.

¡Las estrellas son los vértices de maravillosos triángulos!
¡Qué seres tan diferentes y distantes contemplan simultáneamente desde las numerosas mansiones del universo la misma estrella!
La naturaleza y la vida humana son tan distintas como nuestras variadas constituciones.
¿Quién dirá cuál es la perspectiva que la vida ofrece a otros?
¿Podría ocurrirnos un milagro mayor que el de que podamos mirar a través de ¡os ojos de otros? Deberíamos vivir por una hora en todas las edades del mundo; no: en todos los mundos de las edades.
¡Historia, Poesía, Mitología!
La lectura de las experiencias de otra persona no sería jamás tan asombrosa ni didáctica como esta.
HENRY DAVID THOREAU


http://www.oshogulaab.com/MISCELANEA/Walden.htm

En las alturas los caminos que recorren tus pensamientos desprenden tus deseos,
se disgrega una fina sabia,
sale por tu boca,
baja por tus brazos,
tus manos van a explotar,
y ahí ese instante transparente , casi lucido,
gritos,
tus ojos brillosos quieren por fin decir la verdad.
Parada en el pasto,
las ondas que penden de tu cerebro dicen demasiado de vos.
Y la música de fondo inspira tu mirada.

Todo lo que fuiste ya no sos, alma vieja…sauce.

La luz que enceguece nuestros ojos es oscuridad para nosotros. Sólo alborea el día para el cual estamos despiertos. Hay aún muchos días por amanecer. El sol no es sino una estrella de la mañana.
HENRY DAVID THOREAU

http://www.oshogulaab.com/MISCELANEA/Walden.htm

Que paz se siente ahora que ya estoy grande
Toda una vida vaciando mi bañadera
Es la que en la juventud a veces visite
Y puedo sentirla ahora, aunque con el tiempo lo dude.
Es ahora cuando a veces logro ubicarme en el espacio, viajando a través de mis edades,
Que es eso, no se si será mutuo o para la eternidad, es justo en este momento que te afirmo que así será.
Y es una conexión,
vos me guías, yo te guío,
cuando dormís,
cuando despierta sigo las líneas de tu cara.

Ahí estaba yo, sin mí.
Creándome nuevamente,

alguien ocupaba mi cabeza y yo encerrada en un rincón de mi alma.

Sucia lastimada cargando sobre mi mas qué un cuerpo,
Desmenuzando las pocas palabras q salían de mí boca clausurada.

Un estar por estar,

y una fila de hormiguitas se comía las semillitas de sésamo que habían quedado tiradas

del día anterior.

Y la lluvia entrándome por cada agujero que encontraba,

revalsando el piso hasta encontrar el desagote perfecto delante de esa miserable estufa usada, que habia calentado varias noches de frío. Que seguían siendo igual .

Como hacer, trago pero sigue ahí, es ese bocado, que me atraviesa desde la garganta hasta mi panza da la vuelta y llega hasta mi cabeza.
Y ahí se queda alojado para aparecer de ves en cuando de nuevo en la garganta y concluir el maldito, atragantador, e inconfesable siclo.
Ese comentario tan intimo ajeno, que no me pertenece ni representa, yo no hice nada, pero en mi se quedo. Haciéndome sentir culpable, vos te fuiste y ya estas en otro país, otro mundo, a mi me dejaste mirándote de lejos y con una sensación del orto, es el circuito que regreso y ahora esta en mi pecho apretando mis glándulas tiroides

Estaba sentada en esa butaca, mirando la primera imagen de mi vida.
Era una playa, en el mar había un hombre con ropa.
Y otro se le acercaba,
enfocado de espaldas.
Esa música, esa presencia,
se me revelo algo que jamás se borrara,
Y ahí fue cuando agonicé mi primer llanto.
Nunca mas viví una experiencia parecida,
no es necesario.