Una vez mas se va, es llevado por lenguas rápidas, como ríos que bajan de las montañas, que altivas se creen mayores, en la cima solo el viento sabe que es así. Cuando esas aguas tocan la tierra firme y colmada de pasto natural, ya se dejan.
Se va por mis orejas que abiertas una vez te dejaron entrar.

Que se hace cuando te pasa una y otra vez, cuando se cree que las hojas son del todo volátiles.

Le había confiado casi toda su niñez, muchas veces llorándole para que se arrimara al grupo, avasalladora su actitud.
Y no solo te rompe los esquemas sino que te retuerce el pensamiento que había provocado toda una historia en mi cabeza, es cuento repetido que una siempre lleva en la sangre.

Cuan solo estaba, al igual que todos, cuanta soledad se siente adentro de nuestras cabezas sensatas.
Ya desmenuzadas de pensamientos repetidos, ellos solo quieren salir y meterse en otras cabezas para después reencontrarse y descubrir que siempre estuvieron allí, solo esperando el momento de salir y ser libres por un instante.