sábado, 12 de diciembre de 2009

Estabas en tu casa como cualquier día, pero esa noche tu cerebro había decidido explotar.
La trajo el viento, que la vio salir de tu boca, y el caos surgió de entre las partículas de sonido que habían quedado resonando dentro de sus oídos confundidos.
Y ahí nomás fue cuando de su inconciente volaron pájaros miles, la película de su vida había comenzado a emitirse y en sus neuronas no había más que imágenes recodadas con lágrimas en los ojos.

Lamentablemente no era el momento de hacer salir tanta mierda, ni el motivo ameritaba tanta desesperación, pero para su persona el drama era imprescindible.

Cuanto tiempo había estado jugando el mismo juego, día tras día, vida tras vida; esta seria la ultima, se lo había propuesto y deseaba más que nada poder cumplirlo. Aunque ya en su entrada vida no había podido conseguir demasiado.

Y en los momentos en que deja volar su pelo para liberar esa energía acumulada, siente nuevamente caerse, sus pies perciben esa intensa música que los hace girar al son de las hojas que pasan volando.
No tiene idea de la insatisfacción que los demás también pueden sentir, aunque se crea única, su egoísmo le empaña sus sentimientos benevolos, nadie niega todo el amor que nos dio.

1 comentario:

  1. "sus pies perciben esa intensa música que los hace girar al son de las hojas que pasan volando"
    esa parte es las mas linda
    me lei casi todo, es requete lindo lo que escribis

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