martes, 24 de noviembre de 2009

El esta siempre ahí, parado con sus mil ojos atentos,
Cuantas hojas han caído a su alrededor,
Y el casi inmutable por fuera, sutilmente cambio por dentro.

Y en cuanto se lo permita soltara sus lágrimas blancas.
Esas que siempre suelta los días que el viento calido toca su piel arrugada.

Esas lagrimas que vuelan lejos, para encontrase con alguien, unirse y ser uno,
la eternidad hecha vida.

Y siempre ahí llamándome desde mi sitio, me muevo al compás del tiempo, el cual canta canciones lentas.
Son tus ojos tan hermosos.

Nuevos palos, nuevas flores, y nuevas células, ocuparan un lugar, te enamoraste.
Quiero plasmarte, trasmitir lo que me trasmitís.
Y en ese instante en que vi caer tú primera lágrima, como el calostro que nutre la vida, sonreí sin querer.

Quedate ahí , no caigas, volando se te ve bien.

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